Las cosquillas no son un comportamiento exclusivo del hombre
sino que se presentan en diversos animales y son bastante comunes en los
mamíferos. Estas producen risa y pueden ser tremendamente placenteras así como
convertirse en una terrible tortura.
Las cosquillas son reacciones nerviosas que tenemos en
diversas partes de nuestro cuerpo ante toques de una persona u objeto exterior
a este. Se trata por lo tanto de una reacción natural del cuerpo ante un
estímulo externo. La sensación experimentada cuando nos hacen cosquillas causa
en un primer instante una reacción similar al miedo y es una defensa natural
contra bichos como las arañas y chinches. Es una manera de informar al cuerpo
que algo camina o se mueve sobre nuestra piel. Las cosquillas pueden ser
utilizadas como manera de coqueteo, como fetiche, o como tortura.
Las cosquillas placenteras.
Las cosquillas se suelen utilizar como forma de coqueteo en
la etapa adolescente ya que estas estimulan el deseo sexual y también pueden
considerarse como un mecanismo que afianza los vínculos familiares y sociales.
Las cosquillas también pueden estrechar la relación padre - hijo, puesto que
los niños suelen querer que se les haga cosquillas.
Las cosquillas como tortura.
Los romanos utilizaban grandes tablas de madera para sujetar
a las personas por los tobillos. Después se procedía a bañar los pies con sal y
soltar cabras. Las cabras con sus lenguas rugosas como lijas lamían los pies de
la víctima produciendo en un principio cosquillas pero luego dejando terribles
marcas y ampollas.
Durante la Edad Media también eran utilizadas como un
instrumento de tortura valioso contra los enemigos pues éstas no dejaban
señales ni heridas en los adversarios.
Zonas de peligro.
La mayoría de nosotros tenemos alguna zona de nuestro cuerpo
especialmente sensible a las cosquillas y, normalmente, es bastante fácil de
encontrar. Aunque la amplia mayoría de personas reconoce a las plantas de los
pies como las zonas más sensibles a estas sensaciones, algunos psicólogos han
determinado que experimentalmente las axilas son las partes del cuerpo más
sensibles a las cosquillas, seguidas de la cintura, las costillas, los pies y
las rodillas, en orden decreciente. A su vez, en una investigación los
psicólogos Harris y Christenfeld resolvieron que la risa por cosquillas no
refleja el mismo estado mental que la risa producida por la comedia y el humor.
Las cosquillas producen una respuesta incontrolada que nos
hace tremendamente vulnerables y que agita nuestros cuerpos de manera convulsiva.
Si te hacen cosquillas por sorpresa se produce una sensación inicial de pánico
que hace la sensación más fuerte. El factor sorpresa es fundamental en la
sensación final, Algunas personas llegan incluso a imaginarse tan claramente la
sensación, que empiezan a reírse incluso antes de ser tocados.
¿Por qué no nos podemos hacer cosquillas a nosotros mismos?
Sería divertido que pudiésemos hacernos cosquillas a
nosotros mismos y poder detenernos cuando no pudiésemos soportarlo. ¿Pero qué
sucede en nuestro cuerpo para que esto sea imposible?
Estudios recientes de la Universidad de Londres han
confirmado que el cerebelo-un área trasera del cerebro encargada de controlar
los movimientos- puede predecir las sensaciones de nuestros propios movimientos
pero no cuando esos movimientos los hace otra persona. De esta manera el
cerebelo al predecir nuestros propios movimientos, eliminaría el factor
sorpresa evitando la respuesta de otras áreas cerebrales responsables de las
cosquillas. Esto explicaría el porqué de la ausencia de esta sensación
placentera cuando uno mismo trata de hacerse cosquillas.
Dos regiones cerebrales están involucradas en la sensación
de las cosquillas. La corteza somatosensorial que procesa el tacto y la corteza
cingulada anterior que procesa la información agradable. Las mismas que se
mantienen impasibles cuando uno pretende hacerse cosquillas a uno mismo.
La
siguiente pregunta que cabría hacerse es por qué con el paso del tiempo cada
vez se tienen menos cosquillas.
¿Será que con la edad las personas tienen más
limitada su capacidad de sorpresa?
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