En la finca Vista Alegre |
Hace ya 50 primaveras (y algunos días) un soleado 8 de mayo de 1963, decidí sacar mis dos piececitos a este mundo, antes incluso de querer verle la cara. Pudo ser un simple toque de coquetería por no querer presentarme con tales pelos (aunque si en ese momento llego a saber que las uñas de los pies también se pintan....no se yo... lo mismo saco el culo. ¿Culo? ¿He dicho culo?) o sencillamente resultaba más fácil sacarlos al aire antes que la cabeza ("..zota" para ser más exactos). Sea como fuere, ahí estaba yo: el tercer choch... digo... la tercera hembra en vez del tan esperado varón, el cual llegó, justo justo, después de mi. El tema estaba, por lo visto, en no parar hasta conseguirlo (al varón me refiero) y al cuarto intento ¡¡¡familia numerosa!!!. Era bueno eso de tener un hermano pequeño y no quedarme en un extremo. Suponía que el estar entre medias hacía que uno se sintiera un poco más arropadito, pero ¡un momento! ¡Que demonios estaba pasando! ¿Donde se había visto que al último que llegaba se le pusiese el primero? ¡¡¡No hombre nooo!!
Eso sin contar con el lío que organizó en puestos. Ahora resultaba que la primera ya no era primera sino segunda (Y ahora que lo pienso, a ella también le debió de fastidiar el asunto, ya que perdió su liderazgo, aunque.... ¡na!, arropadita quedaba quedando entre medias) la segunda corre turno para atrás pero se queda igual y yo.... ¡¡jod..!! ¿que demonios pasa conmigo? ¡A la cola! (y frío que me entra por uno de los extremos), y encima dando gracias, porque si llego a no nacer antes, ni nazco (ahora entiendo porque saque los pies primero: para dar patadas).
Eso sin contar con el lío que organizó en puestos. Ahora resultaba que la primera ya no era primera sino segunda (Y ahora que lo pienso, a ella también le debió de fastidiar el asunto, ya que perdió su liderazgo, aunque.... ¡na!, arropadita quedaba quedando entre medias) la segunda corre turno para atrás pero se queda igual y yo.... ¡¡j
Y el tiempo parece no correr (bueno, si corre, te lo aseguro, y sino que se lo pregunten a mis hormonas que han decidido a estas alturas pegar el sprint final) lo dicho.... que el tiempo parece no correr (esto de pensar entre paréntesis me dispersa un poco. ¡Claro!... las neuronas que se han ido detrás de las hormonas) y después de todo lo vivido, de las luchas, de las fatigas, de los triunfos alcanzados... ¡¡¡vuelvo a estar al final de la cola!!! PERO DEL PARO. Y no es justo coñ... ¡¡¡que yo nací de pie!!! ¿Es que ya no se tiene ningún respeto a los mayores? ¿Quien narices ha venido detrás de mi para usurpar el puesto que legalmente me correspondía? ¡¡Grrr!!
Este mundo no tiene ni idea. Soy mujer, si, tengo 50 años y estoy en paro. Vivo al final de la cola donde hace frío, pero hay algo que sigo haciendo de lujo.
¡Y AHORA CON ZAPATOS DE TACÓN DE AGUJA!
(Menudo subidooooon...)
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